Me dijeron que me disciplinara
que me portara bien
y que usara zapatos cerrados,
pero cometí el pecado
de hacer todo lo contrario.
Decidí de qué roble sería mi alma,
que tan largo crecerían mis ramas
y agarré mi mochila a rumbos desconocidos
Unos pintorescos, otros confusos
unos jodidos, otros profundos.
Ahí, en el abismo de “¿quién soy yo?”
descubrí que la disciplina, la compostura
y los tales zapatos a veces no sirven para nada.
Yo no soy plastilina.
ni ejemplo de mujer divina
mucho menos el epítome
de la mujer más linda.
Soy un proyecto en construcción
buscando materiales terra cota
y también multicolor
para ir armando la figura retórica
usando mis virtudes como cimiento
sin grietas en el corazón.
Soy conjunto de letras y lenguajes
de seres que pensaron sería un buen invento
buscar como método
hablarnos como iguales.
Me dijeron que estudiara
¡Cuidadito me embarazaba!
que dejara la vagancia y me aplacara.
Otra vez cometí los mismo pecados
es que la rebeldía a veces me llama
y las acciones me delatan.
Y ya para ir armando la conclusión
les digo desde hoy
que todavía no sé a certeza quien soy,
que sigo siendo un proyecto en construcción
a veces feliz, a veces jodida
a veces sin rumbo o dirección
pero bien convencida
que lo único que tengo es la vida
y que sin remordimientos se vive mejor.
Que dichos pecados me han sazonado los días
y si por mí fuera, los repetiría.
J.G.G.R.